El Doro Nawas es el territorio de expertos lingüistas pero el confort, el aislamiento total y el esplendor del entorno son todo suyos. Qué suerte si es usted un experto lingüista. Inspirándose en los clásicos campamentos de safari, chalés rústicos de madera y con tejado de paja en torno a un amplio espacio común abierto, el Doro presenta además las ventajas de las tendencias modernas. Está todo abierto, del suelo al techo, lo que proporciona una vista espectacular de los montes Etendeka y de los acantilados de piedra arenisca de Twyfelfontein.
Las habitaciones son inmensos chalés de piedra, lona, madera y con tejados de paja que dan a una terraza particular; los baños privados disponen de duchas externas. El espacio común descansa sobre una formación rocosa y cuenta con una terraza en la azotea con vistas al valle y al cielo nocturno. En la planta baja, para completar la viva estampa del lujo, hay un salón, un restaurante y un bar, y una terraza con piscina.
Doro Nawas: naturaleza, vida salvaje y arte rupestre
Situado en el valle del río Abu-Huab, su estancia en el Doro Nawas estará llena de asombro y variedad. Las excursiones por la naturaleza le introducirán a la fascinante y exquisita zona semiárida de Damaraland; los recorridos de trekking y safaris junto al valle del río le ofrecerán la emoción de un encuentro con elefantes adaptados al desierto, rinocerontes negros, gacelas órice, avestruces y gacelas saltarinas; lo más destacado serán las horas pasadas explorando Twyfelfontein, que presenta la mayor concentración de petroglifos de África.